8 pueblos con encanto cerca de Barcelona que te enamorarán
¿Necesitas una escapada sin alejarte demasiado? Cerca de Barcelona hay pueblos que parecen sacados de un cuento: calles empedradas, casas de piedra, miradores infinitos, rutas de senderismo y buena comida. Lo mejor es que muchos están a menos de 90 minutos en coche.
En este artículo te comparto una selección muy personal de los pueblos con más encanto cerca de Barcelona, basada en mi experiencia y en lo que busca cualquiera que necesite desconectar sin complicarse. Y como siempre, en cada uno de ellos te recomiendo un espacio que suma a la experiencia: restaurantes, alojamientos o rincones con alma que merecen ser conocidos.
1. Sitges – El clásico mediterráneo con alma bohemia

Sitges es de esos lugares que nunca fallan. A solo 40 minutos de Barcelona, combina mar, arquitectura modernista, arte y gastronomía. Desde finales del siglo XIX ha sido refugio de artistas y eso se nota en su carácter cosmopolita y creativo. Tiene una energía muy suya.
🔹 Espacio con encanto: Chiringuito Nómada, en Marina d’Aiguadolç. Ideal para tomarte un vermut o cenar viendo cómo el sol se esconde tras los veleros.
Por qué mola: Es completo: mar, cultura, ambiente y una estética mediterránea que enamora. Su casco antiguo es perfecto para pasear sin prisa.
Tip local: Sube al mirador del cementerio antiguo y contempla el mar. A veces hay músicos tocando al atardecer.
2. Mura – Un pueblo detenido en el tiempo

Mura es pequeño, pero tiene algo especial. Parece que el tiempo se haya parado entre sus muros de piedra. Está dentro del Parque Natural de Sant Llorenç del Munt, rodeado de rutas de senderismo y con una calma que se agradece. Ideal para ir a pasar el día o quedarte un fin de semana.
🔹 Espacio con encanto: Ca la Carme, un restaurante familiar con cocina catalana auténtica y terraza con vistas.
Por qué mola: Conserva su trazado medieval intacto, está rodeado de naturaleza y tiene un aire muy auténtico.
Tip local: Haz la ruta que pasa por la Font de l’Era y vuelve para comer con hambre. El menú vale la pena.
3. Rupit i Pruit – Pura postal catalana

Situado en el Collsacabra, Rupit i Pruit es uno de los pueblos más bonitos de Cataluña. Tiene calles adoquinadas, casas de piedra del siglo XVII y un entorno natural impresionante. El puente colgante es una joya y la caminata hasta el Salt de Sallent, espectacular.
🔹 Espacio con encanto: Hostal Estrella, con restaurante y habitaciones rústicas, ideal para escapadas románticas o en familia.
Por qué mola: Es fotogénico, tranquilo, y está rodeado de bosques, acantilados y cascadas. Una combinación difícil de superar.
Tip local: Evita fines de semana si puedes. Entre semana lo tendrás casi para ti solo.
4. Tavertet – Mirador natural sobre el pantano de Sau

Tavertet se alza sobre un risco con unas vistas sobre el embalse de Sau que cortan la respiración. El pueblo en sí es pequeño y recogido, pero su entorno lo convierte en uno de los lugares más espectaculares para contemplar la naturaleza desde lo alto.
🔹 Espacio con encanto: Hostal La Riba, restaurante con terraza panorámica donde la comida y las vistas compiten por tu atención.
Por qué mola: Es perfecto para los que buscan paz, buena comida y vistas espectaculares. Un secreto bien guardado.
Tip local: Lleva algo de abrigo incluso en verano, y si puedes, quédate hasta el atardecer. La luz lo transforma todo.
5. Caldes de Montbui – Aguas termales e historia romana

A solo 35 minutos de Barcelona, Caldes de Montbui es conocida por sus termas romanas activas, una rareza que sorprende. Puedes ver cómo el agua brota a más de 70 ºC en plena plaza del pueblo. Tiene mucha vida local, tiendas, museos y propuestas gastronómicas interesantes.
🔹 Espacio con encanto: Balneari Termes Victòria, para pasar un día entre aguas termales, masajes y buena cocina.
Por qué mola: Tiene patrimonio, termas, cultura y buen ambiente. Perfecto para una escapada sin complicaciones.
Tip local: Compra pan de leña en alguna panadería del centro. Está buenísimo y huele que alimenta.
6. Castellar de N’Hug – Donde nace el Llobregat

Ubicado en el Berguedà, Castellar de N’Hug es famoso por las Fonts del Llobregat, donde nace el río entre saltos de agua y bosques de hoja caduca. El pueblo es de montaña, con encanto rústico, calles estrechas y vistas alucinantes.
🔹 Espacio con encanto: Casa Llobet, cocina de cuchara, embutidos locales y postres caseros en un entorno muy acogedor.
Por qué mola: Es naturaleza pura. Ideal para desconectar y volver con energía.
Tip local: Si vas en otoño, el bosque está impresionante. Lleva calzado cómodo y cámara.
7. Bagà – Medieval y tranquilo a los pies del Cadí

Bagà tiene historia, tranquilidad y naturaleza alrededor. Fue una villa medieval importante y aún conserva su castillo, su iglesia gótica y una plaza porticada preciosa. Además, es punto de partida para muchas rutas por el Parc Natural del Cadí-Moixeró.
🔹 Espacio con encanto: Restaurant La Pera, donde el trato cercano y la cocina con producto local te hacen sentir como en casa.
Por qué mola: Tranquilo, auténtico y bien situado para los amantes de la montaña.
Tip local: Sube hasta el mirador del Coll de Pal si tienes coche. Las vistas son de postal.
8. Cardona – Historia, sal y castillo

Cardona tiene uno de los castillos más impresionantes de Cataluña, hoy convertido en Parador Nacional. Pero además, bajo tierra esconde la Montaña de Sal, una mina espectacular que se puede visitar. Es una escapada ideal para combinar cultura, naturaleza e historia.
🔹 Espacio con encanto: Parador de Cardona, donde puedes dormir en un castillo y comer como un rey.
Por qué mola: Tiene historia, rutas, cultura y alojamientos únicos. Un plan redondo.
Tip local: Reserva la visita guiada a la mina de sal con tiempo, especialmente en fines de semana.